La propuesta realizada por Pablo Iglesias tiene el merito de
abrir el debate en la izquierda para unas elecciones europeas hasta ahora sin
alma y sin ideas. De la iniciativa asombra la audacia: un joven y brillante
publicista
de la izquierda interpela a
la tercera fuerza política del país (IU) y se ofrece, en determinadas
condiciones, para liderarla electoralmente, en el marco de una coalición
política más amplia a construir. Si a los hombres políticos se les miden por la
confianza en sí mismos y por la fuerza de su decisión es clara que estamos ante
una persona que dará mucho que hablar en el futuro.
Desgraciadamente,
Pablo lo sabe tan bien como el que más, los problemas de IU no son solo de
cabecera ni de candidatura, son pura y llanamente de estrategia política para la necesaria y compleja tarea de construir la alternativa a la crisis
del Régimen nacido en la transición y, más allá, disputarle el gobierno y el
poder a la plutocracia que nos domina y aplasta. Este marco es desde donde hay
que analizar los dilemas y los problemas de una fuerza política real que
trabaja en condiciones extremadamente difíciles y que tiene los defectos y las
virtudes de las izquierdas alternativas
europeas realmente existentes.
Quizás, para situarnos en lo concreto, deberíamos comenzar
sabiendo desde dónde y cómo IU parte en estas elecciones europeas, que como es sabido, inauguran un
ciclo electoral de tres años, para,
posteriormente, intentar comprender y
encontrar salidas a problemas nada simples y requerirán decisiones firmes y contundentes. Cuando se es la
tercera fuerza política del país y
referente de una parte significativa y creciente de las clases subalternas no
queda otra. Siguiendo aquello que
aconsejaba Danton para las circunstancias excepcionales: Audacia, Audacia y
Audacia.
Lo primero, IU es parte del GUE (Grupo de la Izquierda
Unitaria Europea) y miembro del Partido de la Izquierda Europea (PIE) como tal
tiene un programa común y un candidato único: Alexis Tsipras, presidente de
SYRIZA. Lo que se quiere decir es lo siguiente: IU es parte de un proyecto
político que agrupa a 36 organizaciones de la izquierda europea que la
fortalece y le permite una coordinación
estable y permanente con un espacio social y cultural más allá de las fronteras
estatales.
La segunda
cuestión
es conocida pero merece la pena detenerse en ella. IU es una organización
federal, de carácter programático, donde coexisten partidos políticos estatales
y regionales y que, además, esto hay que subrayarlo, está en
un proceso abierto de alianzas con fuerzas
soberanistas de izquierda. Para decirlo con mayor precisión y a ser posible con
mayor claridad: IU, como realidad y como proyecto, es un archipiélago de las
izquierdas existentes y no un espacio único y homogéneo. Eso significa que
estructuralmente, por así decirlo, la toma de decisiones es siempre difícil y
que el gobierno de las contradicciones es una tarea permanente.
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